miércoles, 8 de abril de 2009

Un defensor a ultranza del derecho al voto del inmigrante

Ernesto Carrión asiste a a la presentación de una nueva federación latinoamericana; dos horas después acude a un evento folclórico y después, se le ve camino a un ayuntamiento solicitando información sobre los planes locales para la nueva ciudadanía. Su trabajo así se lo exige porque es coordinador de Inmigración de un partido político en Cataluña, pero su actitud y sus palabras denotan algo más que responsabilidad. Es un apasionado de los movimientos sociales.
¿De dónde nació su gusto por la política?
Siempre he estado convencido de que hay otra manera de hacer las cosas. Se nos ha hecho creer que la gente tiene un precio pero yo creo que no, que la gran mayoría de las personas lucha por hacer lo correcto y a esa gente no se la puede defraudar.
¿Por qué salió del país?
Porque vi que tenía buenas intenciones pero me faltaba experiencia para desarrollar las ideas que quería.
¿Llegó directamente a Europa?
No, primero estuve casi un año con unos familiares en Estados Unidos; luego fui a Suiza, donde vivía mi hermana, y allí estudié ciencias políticas. Después di el salto a Barcelona.
¿Por qué eligió esta ciudad?
Mis padres vivían aquí y la ciudad me encantó. Además, conocí el trabajo de la Casa de la Solidaridad y me di cuenta de que había mucho por hacer en el campo de la inmigración y existían espacios para la innovación.
¿Cómo reparte su tiempo?
Me muevo entre el tejido asociativo y el trabajo político. En realidad en política llevo sólo cuatro años y medio pero en movimientos sociales llevo quince.
¿Hace parte de alguna asociación?
Sí, de Nuevos Colectivos. Es una entidad creada por personas de diferentes países y asociaciones, unidas para luchar por la participación plena de los inmigrantes en todos los ámbitos de la vida en España.
Como el voto...
Exacto. Pensamos que a los nuevos ciudadanos sí nos compete saber cómo y quién gestiona la sociedad en la que vivimos. A todos nos ha costado un gran esfuerzo y sacrificio llegar a este país y por eso tenemos la responsabilidad de hacer las cosas bien, de no cometer el mismo error que cometemos en nuestros países.
¿A qué se refiere?
A la indiferencia. Allá dejamos que sean otros (el caudillo o el gobernante de turno) los que resuelvan los problemas que nos competen a todos, por eso nuestros regímenes son tan presidencialistas. Aquí sería un error pensar de la misma manera. Aquí estamos viviendo otra realidad y tenemos la responsabilidad de expresar nuestra opinión, de participar.
Los temas relacionados con el futuro de Catalunya nos competen a todos y tenemos la responsabilidad de dar nuestra opinión. No somos invitados en este país, hacemos parte de él.

Frases
■ “Me encanta hablar de inmigración con gente de diferentes tendencias, porque todos buscamos lo mismo: mejorar la convivencia”
■ “La administración no ha valorado en su justa medida el trabajo de las asociaciones de inmigrantes”

Publicado en el diario Latino, 11 de enero de 2008, pág 10.

0 comentarios:

Publicar un comentario