Los CIES(Centro de Internamiento para Extranjeros) en donde se encuentran encarceladas personas, sin haber cometido ningún delito; Directiva de la Vergüenza, restricciones en la tramitación de las reagrupaciones familiares; criminalización de los vendedores ambulantes(“Top Manta”), redadas masivas a la “cacería” de sin papeles, sanciones contra los empresarios que empleen inmigrantes irregulares, multas desde 10 mil euros al que de cobijo a un indocumentado, un plan de Retorno Voluntario que ha sido un fracaso y un anteproyecto de ley de modificación de la ley de extranjería que no hace sino retroceder peligrosamente en una serie de derechos básicos para lograr una convivencia positiva en una sociedad del siglo XXI.
Hace muy poco tiempo hubiéramos pensado que estas afirmaciones formaban parte de una broma por el día de los inocentes. Sobre todo en Europa, la tierra de las libertades individuales y colectivas. Lamentablemente para el colectivo de inmigrantes y para toda nuestra sociedad estas afirmaciones se han convertido en una nefasta realidad dentro de una dinámica muy negativa y olvidando que en la actualidad las sociedades del sigloXXI se caracterizan por ser plurales, interculturales y mestizas en dónde la diversidad cultural es un elemento más de cohesión social.
No hay argumento alguno para esta serie de directivas y normativas que además de resultar inútiles no favorecen en nada la plena participación de una gran parte de la población en la dinámica social del país. En la actualidad en Catalunya los inmigrantes representamos el 18% de la población catalana por lo que resulta indispensable impulsar esta participación y lograr un compromiso real con la sociedad donde residimos. La administración pública y el gobierno tienen la responsabilidad de abrir espacios reales de participación y no hacer lo contrario con propuestas que dejan claro la falta de conocimiento del tema de la inmigración y la falta de voluntad por construir una ciudadanía comprometida. No se puede impulsar políticas de gestión de la inmigración sin consultar con los principales implicados: Los inmigrantes. No se pueden tomar decisiones sobre el futuro de nuestra Comunidad Autónoma sin contar con la aportación, opinión y colaboración del 18% de la población catalana.
Los ciudadanos y ciudadanas nacidos en otros países tenemos el deber de implicarnos y participar en todos los sectores de la sociedad en la que hoy residimos. Tenemos la responsabilidad de dar nuestra opinión sobre cómo se gestiona y quién gestiona la sociedad que hemos escogido para vivir y que hoy por hoy también es nuestra.
Hace muy poco tiempo hubiéramos pensado que estas afirmaciones formaban parte de una broma por el día de los inocentes. Sobre todo en Europa, la tierra de las libertades individuales y colectivas. Lamentablemente para el colectivo de inmigrantes y para toda nuestra sociedad estas afirmaciones se han convertido en una nefasta realidad dentro de una dinámica muy negativa y olvidando que en la actualidad las sociedades del sigloXXI se caracterizan por ser plurales, interculturales y mestizas en dónde la diversidad cultural es un elemento más de cohesión social.
No hay argumento alguno para esta serie de directivas y normativas que además de resultar inútiles no favorecen en nada la plena participación de una gran parte de la población en la dinámica social del país. En la actualidad en Catalunya los inmigrantes representamos el 18% de la población catalana por lo que resulta indispensable impulsar esta participación y lograr un compromiso real con la sociedad donde residimos. La administración pública y el gobierno tienen la responsabilidad de abrir espacios reales de participación y no hacer lo contrario con propuestas que dejan claro la falta de conocimiento del tema de la inmigración y la falta de voluntad por construir una ciudadanía comprometida. No se puede impulsar políticas de gestión de la inmigración sin consultar con los principales implicados: Los inmigrantes. No se pueden tomar decisiones sobre el futuro de nuestra Comunidad Autónoma sin contar con la aportación, opinión y colaboración del 18% de la población catalana.
Los ciudadanos y ciudadanas nacidos en otros países tenemos el deber de implicarnos y participar en todos los sectores de la sociedad en la que hoy residimos. Tenemos la responsabilidad de dar nuestra opinión sobre cómo se gestiona y quién gestiona la sociedad que hemos escogido para vivir y que hoy por hoy también es nuestra.
Somos testigos de excepción de lo negativo que puede ser tomar una actitud de indiferencia y dejar que otr@s decidadan por nosotr@s. Sabemos cuáles son los resultados de ese error por eso muchos de nosotros nos encontramos hoy aquí. No podemos cometer el mismo error una segunda vez.
“ No nos consultaron para venir a este mundo, pero exijamos que se nos consulte para vivir en él”
Ernesto Carrión Sablich
Coordinador Nuevos Colectivos
zarkche@hotmail.com
“ No nos consultaron para venir a este mundo, pero exijamos que se nos consulte para vivir en él”
Ernesto Carrión Sablich
Coordinador Nuevos Colectivos
zarkche@hotmail.com
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